Muchas personas toman la decisión de poner en venta su vivienda para comprar otra más acorde a su situación presente o simplemente, porque se trata de una segunda residencia que no se puede disfrutar tanto. Existen aspectos que suman un valor muy importante a una casa en venta. Una de ellas es la ubicación. Dónde está situada una casa es uno de los aspectos que más valoran los nuevos compradores. Evidentemente, una vivienda situada en el centro de la ciudad tiene más valor que una situada a las afueras.
Detalles que suman valor a una casa
Sin embargo, no es necesario que una casa esté en el centro para ser valiosa. Por ejemplo, una ubicación próxima a una universidad aporta un plus puesto que será zona de alojamiento para estudiantes. Del mismo modo, tener un piso situado en una zona verde, rodeado de zonas de paseo y parques convierte este entorno en el ideal para una familia con niños que busca la tranquilidad.
Otro de los factores que revalorizan una vivienda es la acústica que tiene. Desde el punto de vista ambiental, si el día a día de una familia está alterado por ruidos constantes, como por ejemplo, sonidos del tráfico, esto puede dañar a largo plazo la salud emocional de las personas.
Las vistas de una vivienda es otro de los puntos que conviene apreciar al comprar un nuevo hogar. ¿Esa casa tiene las ventanas situadas en patios interiores o, por el contrario, puedes disfrutar de vistas externas con una buena iluminación? Además, tener un baño con ventana también es otro de los plus de una buena casa.
Si tiene ascensor
Todavía hay muchos portales que necesitan ser reformados para instalar el ascensor. No es lo mismo comprar un tercer piso sin ascensor que comprar una vivienda con todas las comodidades de ascensor y rampa adaptada para personas con posibles problemas de movilidad. Cuando compramos una casa no solemos pensar en este tipo de situaciones, sin embargo, con la edad comienza a cobrar más protagonismo un posible problema de limitación.
Además, otro de los aspectos que revaloriza una casa es que el dueño haya reformado la vivienda en su interior y esté decorada con un estilo actual y cuidado. Estos aspectos se observan especialmente en zonas específicas como el baño y la cocina.
Un piso situado en una comunidad de vecinos en la que no existen problemas de conflicto vecinales que alteran la armonía del día a día es un buen factor a tener en cuenta.
