Muchas personas aprovechan su descanso estival en el trabajo para invertir tiempo en algunos cambios del hogar. Pintar las paredes de la casa no solo es un gesto de decoración sino también de higiene al aportar una mayor limpieza al espacio.
El color de las paredes
Pintar las paredes de la casa es una buena iniciativa para renovar una estancia cambiando el color. Una de las tendencias en decoración es pintar una de las paredes en un tono más llamativo dando a las demás un color clásico o neutro. Esta combinación aporta equilibrio y luminosidad gracias a la influencia que tiene el color en la percepción de un espacio. Un aspecto que debe valorarse siempre pero especialmente, en zonas pequeñas.
Al pintar una habitación de casa es aconsejable no analizar esta zona de una forma independiente respecto de las demás estancias sino que conviene encontrar una armonía y coherencia en el piso para que exista una decoración común.
Para elegir el tono exacto de pintura que buscas para tu hogar puedes llevar una muestra representativa utilizando un trozo de tela y mostrarlo al dependiente de la tienda de pinturas para que pueda asesorarte.
El tipo de pintura más adecuada para pintar la casa es plástica ya que es inodora. Además, tiene un secado rápido. Los restos de pintura también se limpian de forma sencilla con agua. En caso de que la pintura de las paredes esté en buen estado es aconsejable limpiarlas utilizando un paño húmedo para quitar el polvo y posteriormente secarlas con otro trapo.
Material necesario para pintar la casa
El material necesario para pintar la casa es: cubeta con escurridor, el rodillo, las brochas para pintar zonas más delicadas como las esquinas o los bordes de las ventanas, utiliza sábanas viejas para cubrir los muebles y cartones para cubrir el suelo de las casa. También es recomendable utilizar una escalera para llegar a la zona más alta.
