Arte en exhibición, como decorar acorde a tu estilo personal

El arte en las paredes de nuestro hogar habla mucho sobe quienes somos y cuales son nuestrosgustos. Las paletas de colores son interminables, como así también los distintos estilos para elegir, por eso hoy queremos ayudarte con esta pequeña guía para que sepas todo sobre decoraciones artísticas. ¿Cómo elegir cuadros para decorar el recibidor?

Sin duda, a tu gusto y según el efecto que quieras lograr. Puedes optar por un par de láminas de gorgonias para decorar la repisa de este banco de obra. El color azul de estos corales marinos —a juego con los textiles— y los marcos en madera aportan calidez y frescura a cualquier tipo de recibidor.Las flores son un tema recurrente en los cuadros por su intenso colorido.

Estas en cambio, en blanco y negro, destacan por su sobriedad y elegancia. ¿Cómo colgar cuadros en la pared? Una manera son simétricos, con el mismo marco y paspartú y bien centrados sobre la consola, que dan sensación de orden.Colgar bien un cuadro es todo un arte. Puede parecer que se trata solo de fijar un clavo en la pared y manejar, con más o menos soltura, el martillo. Sin embargo, si alguna vez te has tenido que enfrentar al desafío de una pared en blanco, sabrás que hay mucho más.

Los cuadros, así como los espejos, son herramientas decorativas muy poderosas y útiles, porque ayudan a reforzar el estilo decorativo y aportan valor al conjunto. Siempre y cuando estén bien colocados, claro. Porque, aunque no lo creas, solo con un cuadro mal ubicado se puede generar un ruido visual muy desagradable que neutralice nuestra decoración.

En decoración siempre decimos que no hay normas absolutas, porque muchas decisiones al final dependen del gusto de cada uno. Sin embargo, sí hay una serie de patrones no escritos que hacen que las cosas luzcan mejor. Algo así como unas guías básicas e infalibles.

Podemos decir que las líneas principales para colgar cuadros son tres: Que el cuadro no esté más cerca del cielo que del mueble que tiene debajo. Si no tiene nada debajo debería quedar a la altura de los ojos. Además debes tener en cuenta que en una pared muy grande no haya solo un cuadro muy pequeño o al revés.

También y por supuesto, y aunque suene básico, que no quede torcido. Tendremos que tener en cuenta el color de la pared en la que lucirá el cuadro. Así, si tenemos una pared clara podemos apostar por cuadros con colores fuertes que aporten contraste: rojos, azules, granates, verdes, naranjas. Si por el contrario la pared es de un color oscuro, ya tendrá suficiente protagonismo.

En este caso nuestro consejo es decantarse por cuadros en colores claros y “neutrales”, y que combinen bien con cualquier otro color. Por ejemplo, podríamos elegir un cuadro que aunase colores como el blanco, el negro y gris plata.

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