Tenemos la mala costumbre de pensar que es necesaria una remodelación total para darle nueva vida a nuestras casas y los espacios en su interior. Pero esto no es tan así. Solo basta con algunos detalles para hacer revivir tu hogar y ver cómo con estos detalles, todo el entorno cambia a su alrededor.
La combinación adecuada de colores, según la zona donde esté ubicada nuestra casa, el ambiente, su decoración general, entre otras cuestiones, es algo muy importante a tener presente. Una gama de colores precisa, podrá hacer que tu casa destaque como ninguna.
Es por ello que los colores de los exteriores cobran una vital importancia para hacer que la imagen de su fachada sobresalga y quede a tono con las demás y, por supuesto, en armonía con ella misma.
Para ello, deberás tener presente si tu hogar se sitúa en una zona rural o de ciudad. Por ello, como dijimos antes, el entorno y el ambiente que rodea a tu casa, cobra una importancia suprema.
Si nos referimos a la gran ciudad, los colores más modestos le darán un toque de elegancia y exclusividad. Mientras que en lo que respecta al campo, se suelen recomendar tonos de colores más fuertes, para que éstos destaquen por sobre los de la naturaleza que los rodea.
Hay colores que de por sí transmiten calma: los grises, los azules y los cafés. Y son adecuados para dar a la fachada de tu hogar ese toque de elegancia y tranquilidad si tu residencia está en la ciudad. Además, los colores también hablan de la personalidad de sus propietarios: en este caso, reflejan las características de una persona seria y honesta. Un tono color perla, como extra, en los detalles de las ventanas y esquinas, le otorgará a tu fachada ese plus que estás buscando.
Y todo esto no es para desestimar. Los colores nos pueden brindar tranquilidad, armonía, calidez y tantas otras sensaciones más. Experiencias que claramente nos pueden resultar muy útiles más aún luego de un agotador día de trabajo, donde estaremos necesitando la paz de nuestro hogar más que nunca.
En lo que respecta a los colores si nuestra casa se encuentra en algún espacio rural, y como ya aclaramos antes, debemos irnos al otro extremo de la paleta de tonalidades. Con tonos fuertes y que destaquen fundamentalmente. Aunque, claro está, que si lo que se busca es mayor privacidad, también la elección de colores que se mimeticen con los de la naturaleza no sería una mala idea.
Aquí el azul marino puede ser una gran elección, como así también el rojo óxido y el naranja. Todos estos tonos brindan más “alegría” a la fachada del hogar y combinan a la perfección con los colores de la naturaleza.
No descartes los colores en tonos cantera, tales como el amarillo óxido y napolitano. Te aseguramos que tu fachada será digna de cualquier revista.
Pero también puede ser muy delicado pintar esa fachada con tonos cercanos al café o acero y decorando tus ventanas y detalles en tonos blanco o crema.
Por último, recuerda que el tipo de pintura que más se recomienda para fachadas, ya sean en el campo o en la ciudad, es la pintura mineral, ya que, por su constitución, es la que mejor se adapta y más resistente es al medio ambiente.
