3 estilos para DECORACIÓN DE INTERIORES que son furor en 2019

Los estilos para la decoración en 2019 traen algunas sorpresas dentro de lo que está de moda. Se trata de tendencias en diseño que han influenciado a los más importantes diseñadores de interiores y que desde las revistas y medios especializados se propagan entre los usuarios que buscan seguir esos lineamientos en sus habitaciones.

1. Estilo nórdico

La decoración nórdica ha ido ganando, con el paso de los años, muchos adeptos. Mucho tiene que ver la expansión televisiva de series ambientadas en Dinamarca y Suecia, entre otros. Este estilo decorativo en interiores se caracteriza por un estilo sobrio, fuertemente influenciado por las condiciones climáticas de extremo frío en el norte de Europa.

Se busca crear espacios lo más confortables posibles y potenciar al máximo la entrada de luz natural, ya que no está disponible por mucho tiempo y el objetivo en decoración interior es que se aproveche al máximo por sus beneficios en el estado de ánimo. Abundan el blanco y los colores neutros, los colores cálidos con texturas en pieles de lana y lino, la madera y los muebles funcionales.

2. El estilo minimalista

Un estilo para decoración de interiores que no pasa de moda. El minimalista se acoge a la idea de que “menos es más”. En algunos aspectos es un diseño emparentado con el nórdico. El objetivo principal de esta decoración de interiores es simplificar. Su mayor pretensión es la de dejar de lado todo elemento que no sea esencial.

No tiene que entenderse como un estilo aburrido. Juega mucho con las texturas en madera, arcilla, textiles y cerámicas para darle un estilo único a la propuesta de cada habitación y sala del hogar. El tratamiento del espacio y los objetos es muy importante en esta línea de estilo, procurando suficiente espacio para que los distintos objetos puedan respira. La otra clave es el orden, porque en espacios minimalistas todo debe estar adecuadamente organizado.

3. Decoración estilo industrial

El estilo industrial llama la atención ni bien lo vemos. No es natural, pero con pequeños toques puede crear un espacio único. Sus orígenes se remontan a los años 50 en Nueva York, cuando los jóvenes artistas empezaron a buscar antiguas fábricas abandonadas para convertirlas en taller.

Hoy se puede lograr con paredes de ladrillo a la vista, hierro y hormigón al descubierto, ventanas desnudas y vigas de madera sin tratar, entre otros rasgos. Es un estilo ideal para acompañar con muebles vintage y piezas de cuero.

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