La decoración de interiores va mucho más allá de lo bello. Es una conjugación de lo estético con la practicidad y utilidad. Pero también, la decoración, ya sea de un comercio u hogar, es una herramienta o instrumento estratégico para la venta.
La decoración de un lugar, puede establecer recorridos, lugares comunes, llamar la atención a ciertos sectores, y hasta que una persona se muestre interesada en ingresar a algún lugar, ya sea para admirar o para comprar algún producto.
La decoración como estrategia
Dicha decoración de un local comercial, es una invitación para que el posible cliente que pasa por su puerta, ingrese., y escuche el mensaje que el negocio tiene para ellos. Pero al hablar de decoración, esto va más allá del escaparate, e incluye al local en su totalidad, como marca y personalidad de la empresa.
Para conseguir esto, lo primero que se debe hacer, es un estudio de mercado, para darse una idea de qué tipo de cliente serán los principales, y qué tipo, para así crear un ambiente que les resulte acorde y acogedor. Al abrir un negocio, siempre debe tener en cuenta y mantener las necesidades y expectativas del cliente.
Sin importar el producto que se ofrezca, el local comercial debe estimular la compra, y para ello, la decoración debe estar acorde a lo que se vende. En esto juegan un importante papel los colores que se usarán, dependiendo si serán colores cálidos como el amarillo y el rojo, que crean un ambiente acogedor, o fríos como el azul y el gris, creando una sensación más moderna.
El recorrido que debe hacer el cliente para obtener lo que busca, es más importante de lo que se cree. Es conveniente convencer al comprador, con alguna estrategia que estimule, de recorrer todo el local. Para ello, no es conveniente que la tienda esté demasiado llena de accesorios, para que el trayecto sea libre y fácil de recorrer.
