Para no equivocar con el tono que deseamos a la hora de pintar una habitación, lo conveniente es pedirle al pintor que haga varias muestras en la pared. Luego hay que dejarlas secar durante un día entero y obsérvalas a distintas horas y con luz artificial. Cuando finalmente se decida por un color, hay que elegir un tono más claro porque una vez aplicado a la pared entera tiende a oscurecer.
La pintura mas utilizada es la plástica porque puede lavarse, mantiene el color más tiempo que el temple y el secado es rápido. En cambio para los dormitorios, la ideal es la pintura ecológica porque es antialérgica y no huele en tanto que para el cuarto de baño y la cocina lo mejor son las pinturas antihumedad.
El blanco y todos los matices siempre son una apuesta segura ya nunca pasa de moda, aconsejándose utilizar en habitaciones que reciban abundante luz natural porque incrementará su efecto aunque en casas pequeñas y con poca luz, ampliará visualmente el espacio.
Los tonos pasteles aportan a la decoración un matiz agradable, confortable y suave porque son luminosos y brillantes, aportando calor, energía y optimismo. Finalmente el color gris piedra es elegante, sofisticado y combina muy bien con marrones chocolates, tostados y blancos, siendo un color adecuado para ambientes de trabajo y relax.
Con estos sencillos trucos, ya sabemos que manera es la mejor para poder pintar la casa, y es que esto siempre es algo que nos cuesta, pero que ya no será un problema, solo tendremos que seguir estos pasos.