Comodidad y ahorro son 2 adjetivos fundamentales cuando nos referimos a nuestro hogar. Llegar a casa y tener la decoración ideal, pero también sentirnos confortables a la temperatura idónea según la época del año son aspectos vitales para vivir en armonía.
Pero claro… en casa la palabra ahorro se hace imperativa, o al menos, debemos intentar no derrochar nuestro dinero.
Todas estas reglas son las que cumple Gas Natural para ofrecernos la energía que nuestro hogar necesita.
Debiendo tener en cuenta además, que es la instalación más rápida y sencilla que podemos realizar y prácticamente sin obras.
Si en la actualidad utilizas aparatos eléctricos en lugar de una instalación de gas natural podrás notar aspectos como que:
Un termo eléctrico consume mucha más energía, pero sobre todo, puedes encontrarte en situaciones como que al ducharnos de repente nos empiece a salir agua fría, porque el termo eléctrico agotó el agua que tenía almacenada y no puede calentar la nueva lo suficientemente rápido.
También comprobarás que el uso de gas natural es mucho más económico, en España se calcula que usando Gas Natural llegas a ahorrar hasta 700 euros al año (calculando las tarifas que actualmente existen en Badajoz, donde vivo).
Por otra parte, los aparatos que consumen gas natural son los más eficientes y limpios. El gas natural es la energía que menos contamina y menor contenido de carbono tiene. Su combustión emite menos dióxido de carbono a la atmósfera, evitando el efecto invernadero. Con poco combustible los equipos tienen una gran potencia calorífica.
Sin lugar a dudas, la elección está clara, pero ¿Cuál es tu opinión al respecto?