Piscinas desmontables o de obra, ¿cuál es mejor?

Con la llegada de las altas temperaturas, vuelve a surgir uno de los grandes debates para el parque. ¿Utilizamos una piscina desmontable o una piscina de obra? En este post intentaremos dilucidar un poco las ventajas y desventajas de cada una de estas propuestas, y así entender y reconocer cuál se adapta mejor a nuestros gustos y necesidades. Desde las piscinas desmontables cuadradas, hasta una propuesta de piscina de obra totalmente personalizada. Cada una tiene ventajas y características que las hacen preferibles al resto.

La piscina desmontable y sus modelos

Pensando en el mejor aprovechamiento del espacio físico, las piscinas desmontables son lo mejor. No solamente son de distintos materiales y con niveles variados de dificultad para su instalación, sino que también tienen un bajo coste.

Al poder montarlas y desmontarlas, no ocupan espacio del jardín durante el invierno. Pudiendo aprovechar esa misma zona para otras actividades. Entre los modelos de piscinas desmontables, encontramos las de plástico y las hinchables como las más fáciles de armar. No requieren ningún tipo de herramienta específica y pueden utilizarse casi de inmediato.

Otros modelos más complejos incluyen las de madera y acero. Pero de todas formas, cualquiera sea la piscina desmontable que elijas, viene acompañada de un instructivo muy simple y claro para que sigas los pasos y tengas tu piscina armada en el menor tiempo posible.

¿Cuáles son las piscinas desmontables más simples y las más difíciles de armar?

Las piscinas que se inflan (normalmente vienen acompañada de su propio inflador) son las más fáciles de instalar. No hay más que extenderlas en el espacio correspondiente e inflar.
Las de plástico PVC tienen numerosas piezas a encastrar, pero también son simples.
Después aparecen las piscinas de dificultad media, que serían las de acero y madera sobre suelo. Requieren algunas herramientas concretas para su correcto armado.
Por último, las piscinas de madera o hierro que van enterradas. Este grupo de piscinas son más complejas porque requieren un conocimiento mínimo sobre obra para evitar accidentes.

Las piscinas de obra

Totalmente personalizadas según los gustos de cada cliente, estas piscinas pueden hacerse con vaso desbordante, con orilla, con poca o mucha profundidad, incluso se pueden diseñar de tal modo que haya islas artificiales en medio. En fin, son la delicia de la personalización y el diseño.

Para economizar, y por la cantidad de agua que albergan, las piscinas de obra se suelen dejar llenas todo el año. En los meses de invierno, el agua requiere un tratamiento especial para que no se produzca el efecto de invernaje. Es un proceso de cuidado menos exigente que en verano, pero aún así hay que estar atentos. Un cobertor es indispensable para que no entre polvo, suciedad u hojas que terminan afectando la calidad del agua.

En las piscinas de obra, es necesario remover de manera periódica con una depuradora, de esta manera se oxigena el agua y se puede recoger cualquier suciedad que pudiera ingresar.

¿Qué me conviene, piscina de obra o desmontable?

La elección de una piscina de un tipo u otro dependerá, exclusivamente, del tipo de uso y el espacio con el que contamos. Por supuesto que también aplica la condición económica, pero en líneas generales, para espacios amplios y sin limitaciones de dinero, una piscina de obra es una solución definitiva. En cambio, si quieres aprovechar para otras actividades el mismo espacio, puedes optar por alguna de las variedades de piscina desmontable.

 

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